Es prácticamente imposible acceder a testimonios, desde Madrid, de las víctimas del terremoto de magnitud 6 que sacudió Afganistán el pasado domingo. De la misma forma que está siendo complicado para los equipos de rescate acceder a las personas, vivas o muertas, que días después permanecen debajo de los escombros. Familias enteras han desaparecido, el Gobierno de los talibanes eleva a 1.411 el número de muertos y a 3.124 los heridos a causa del seísmo que golpeó la provincia oriental de Kunar y otras regiones cercanas, en uno de los países más pobres del mundo.
«¡Somos un país maldito!», grita Alí Omar nada más responder a la llamada de RTVE.es. La rabia y la frustración le llevaron a presentarse como voluntario en las zonas afectadas. «Hay miles y miles de personas que permanecen a la intemperie sin nada», explica el voluntario, que aclara que hay «muchos muertos y muchos heridos». «Ya no hay casas, esto es un caos», dice momentos antes de que se corte la llamada.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del temblor en la frontera entre Kunar y Nangarhar, a tan solo 27 kilómetros de Jalalabad, una de las principales ciudades del país, conocido como el cementerio de los imperios. Además, aldeas enteras han quedado arrasadas debido a la profundidad del temblor, a tan solo ocho kilómetros. De hecho, se sintió en la capital, ubicada a unos 150 kilómetros al oeste, e incluso llegó a palparse en Islamabad, la capital de Pakistán, que está a unos 300 kilómetros al sureste.
«La intensidad fue tan grande que durante un tiempo ni siquiera pude controlar mis emociones. Me quedé completamente conmocionado y perdí el sentido», explica a RTVE.es el doctor Fazalnoor Noori, de 28 años y nacido en Nangarhar. «Las réplicas continuaron después», añade desde el hospital principal de su ciudad, que en estos momentos está desbordado. Lo primero que recuerda, dice, fue asegurarse de que toda su familia estaba bien. «Salimos corriendo, los niños estaban muy asustados e intenté hacerme cargos de ellos. Les conté historias para distraerlos y cambiar sus pensamientos y estado de ánimo», relata. Mientras, el caos a su lado iba creciendo y, en seguida, se puso en camino hacia el hospital.
Se trata de una zona que yace sobre las extensas alineaciones de montañas unidas entre sí, en la cordillera del Hindu Kush. La misión de la ONU para Afganistán (UNAMA) ha desplegado personal para entregar «asistencia de emergencia y apoyo vital». También la Media Luna Roja afgana ha enviado equipos médicos al epicentro de la destrucción.
Cinco continentes – Continúan las labores de rescate tras el terremoto en Afganistán
Las organizaciones internacionales que permanecen en el Emirato Islámico se están coordinando con las autoridades de facto para dar una respuesta a la emergencia humanitaria. «El número de víctimas es asombroso. Nos preocupa que las cifras sigan aumentando. La zona donde ocurrió el terremoto es de muy difícil acceso. Nuestros colegas que están allí han tenido que bajarse del coche y caminar durante más de dos horas para llegar a algunas aldeas», explica desde Kabul, Salam Al-Janabi, especialista en comunicaciones del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El rescate, una misión poco viable
Las carreteras están cortadas, lo que dificulta las comunicaciones con cualquiera de las localidades más remotas. La población ha perdido sus precarias casas de barro y paja, hogares nada resistentes al temblor de la tierra. «Están durmiendo en el campo. Además de perder a sus seres queridos, han perdido todas sus pertenencias», asegura Al-Janabi, que explica que «es una situación bastante difícil para muchas mujeres y niños en estas áreas». «Muchas personas necesitan refugio, estamos enviando tiendas de campaña, kits familiares con algunos utensilios de cocina, artículos de higiene, mantas y ropa para los más pequeños porque las familias lo han perdido todo«, añade.
Las autoridades locales han lanzado sus propias operaciones de búsqueda y rescate con helicópteros. Pero lo cierto es que se convierten en un rompecabezas logístico. Sobre todo en un país que no cuenta con una flota de helicópteros suficiente, ni con una buena infraestructura, ni equipos especializados de búsqueda y rescate urbanos. El tiempo no apremia y pueden tardar días e incluso semanas en llegar a las zonas más alejadas. «Sabemos que todavía hay pueblos a los que ni siquiera han llegado los helicópteros, y para llegar a estos lugares, hay que caminar seis o siete horas. Lo que preocupa es que, una vez que se acceda a ellos, el número de bajas aumente», calcula Al-Janabi.
Muchas personas voluntarias como Alí Omar están llegando de las áreas que no se vieron afectadas. «Van para ayudar, para sacar a la gente entre los escombros y para llevar ayuda. UNICEF ha creado 15 equipos de salud móviles», explica su portavoz. «Las propias comunidades locales están muy unidas. Juntas se alzan para salir adelante. También sabemos que muchas personas han abandonado las aldeas destruidas y ahora viven con otras familias en lugares que no se han visto afectados», señalan desde el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia.
“El ambiente es aterrador, con heridos y cadáveres por todas partes. La mayoría son niños y mujeres. “
Además, desde las agencias de la ONU están apoyando a los hospitales locales, que están recibiendo a cientos de heridos y a muchos otros voluntarios para donar sangre. «La situación en el hospital dista mucho de ser normal, nos han trasladado a cientos de heridos desde los distritos de la provincia de Kunar y desde Dara Noor. El ambiente es aterrador, con heridos y cadáveres por todas partes. La mayoría son niños y mujeres», explica el doctor Fazalnoor Noori desde el hospital de Nangarhar.
Ese mismo hospital ha sido visitado por un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF). La organización calcula que más de 130 pacientes heridos por el terremoto han sido operados y alrededor de 600 pacientes ingresados en las últimas 24 horas. El equipo también ha visitado el hospital provincial de Laghman y ha distribuido kits para traumatismos y heridos a los dos hospitales. “Los dos hospitales ya estaban trabajando a pleno rendimiento antes del terremoto. Hemos visto a muchos pacientes atendidos en los pasillos y a trabajadores sanitarios que necesitaban suministros. La respuesta humanitaria debe ampliarse urgentemente”, ha afirmado el doctor Fazal Hadi, coordinador médico adjunto de MSF.
40 años de inestabilidad y de conflicto
El actual Emirato Islámico se levanta sobre la colisión de la gigantesca placa tectónica índica y la placa euroasiática, que se deslizan, desplazan y chocan entre sí. Por lo tanto, se trata de una región del mundo conocida por sus catástrofes naturales. En la última década, según datos de Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en este país más de 600.000 personas se han visto afectadas por este tipo de fenómenos en Afganistán. El Índice de Riesgo Climático Global de 2021 clasificó a Afganistán como el quinto país más afectado a nivel mundial por las amenazas relacionadas con el clima.
«Es un país que ha vivido 40 años de inestabilidad y de conflicto. Tiene una economía muy frágil, unos servicios esenciales que están medio colapsados y todavía más con catástrofes naturales como puede ser este terremoto o las inundaciones que hemos sufrido antes», ha explicado en RNE, Amaia Lezertua, trabajadora de ACNUR en Kabul. Casi la mitad de la población, más 22,9 millones de personas, necesita ayuda humanitaria para sobrevivir. El hambre amenaza a una de cada tres personas. Según los últimos datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), 14,8 millones de afganos se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. El aislamiento internacional del gobierno talibán dificulta la respuesta humanitaria y la llegada de ayuda humanitaria de otros países. Todos estos elementos magnifican el impacto de la catástrofe.
Otro elemento a tener en cuenta y es que el terremoto se produjo el mismo día que Pakistán, uno de los principales receptores de refugiados afganos, inició, solo unas horas después del seísmo, varias redadas para deportar a afganos tras expirar el plazo gubernamental para su salida voluntaria del país. En los primeros siete meses de 2025, casi dos millones de afganos han regresado a su país procedente de Irán y Pakistán, según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El borrado de las mujeres
Las oenegés recurren a trabajadoras humanitarias y rescatistas para poder atender a las niñas y mujeres. «Para la respuesta humanitaria también tenemos que contar con mujeres que trabajan en el ámbito humanitario, como puede ser el ACNUR o en otras agencias de Naciones Unidas, para poder ayudar a las afganas», explica Lezertua. Hay helicópteros que solo trasladan a las mujeres.
El borrado de las mujeres en esta tragedia se ha visto también por las imágenes que nos llegan desde allí. «Es una zona muy conservadora donde ellas no quieren ser grabadas o fotografiadas en los medios de comunicación», explica el portavoz de UNICEF. Además, señala que todo lo que están grabando los periodistas locales sufre restricciones y filtros por parte de las autoridades. «No permiten filmar a las mujeres», lamenta.
Las consecuencias de este tipo de crisis humanitarias agravará también la situación que atraviesan las mujeres y las niñas. Tendrán el doble de dificultades por su condición de género. «Cuando perteneces a una comunidad muy conservadora y ya tienes tantas restricciones en tu vida, cuando pierdes tu espacio seguro, cuando pierdes tu hogar, se hace aún más difícil«, explica Al-Janabi. Además, recuerdan que ellas soportan una mayor carga a la hora de salir adelante.
En TodoEmergencias.com encontrarás uniformidad, señalización, mochilas tácticas, botiquines, luces de emergencia y todo el material profesional que necesitas.
- 🇪🇸 España y 🇵🇹 Portugal: envíos rápidos en 24/48h
- ✅ Material homologado y probado por cuerpos de emergencias
- 📆 Más de 20 años de experiencia en el sector