Sufrir complicaciones graves durante el embarazo, como una preeclampsia (relacionada con una tensión arterial elevada en la gestación), un parto prematuro, diabetes gestacional, un aborto o el nacimiento de un bebé sin vida, dobla el riesgo cardiovascular de la mujer. En concreto, entre los seis y los ocho años posteriores al parto. El embarazo puede, así, ayudar a detectar de forma precoz posibles problemas de salud cardiovascular.
Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona que ha analizado los datos de 10.734 mujeres que dieron a luz en este centro sanitario entre los años 2010 y 2015. Este centro sanitario está desarrollando, junto al Servei Català de la Salut (CatSalut), un circuito de seguimiento específico para estas mujeres para que los centros de atención primaria (CAP) sean capaces de detectar precozmente estas problemáticas.
«Es algo nuevo. Aunque había estudios de EEUU y de los países nórdicos que exploraban esta conexión, este es el primero en España que hace un seguimiento tan largo», señala a este diario la doctora María Goya, adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología de Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Medicina Materna y Fetal del VHIR. Como explica Goya, la «primera causa de muerte» de la mujer es la enfermedad cardiovascular, «especialmente a partir de los 40 años». De hecho, con la menopausia, el riesgo de morir de infarto o ictus es mayor que por cáncer de mama.
«Aunque había estudios de EEUU y de los países nórdicos que exploraban esta conexión, este es el primero en España que hace un seguimiento tan largo»
Los resultados de este estudio, que Vall d’Hebron ha realizado en colaboración con el Institut Català de la Salut (ICS), el Hospital Universitario La Paz, la Universitat Jaume I de Castellón y el área de Enfermedades Cardiovasculares del CIBER (CIBERCV), acaba de ser publicado en la revista ‘Healthcare’.
Diferencias con los hombres
El riesgo cardiovascular, a diferencia de lo que ocurre en los hombres (se ha reducido «bastante» en los últimos años»), no ha conseguido disminuir entre las mujeres de 40 a 60 años. «Uno de los motivos es que los problemas cardiovasculares afectan de manera diferente a unos y a otros», apunta Goya, quien señala que los cambios hormonales en las mujeres producidos no solo por el embarazo, sino también por la menopausia o por la menarquia hacen que ictus e infartos se comporten distinto en el género femenino.
«Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer se adapta para permitir el crecimiento del bebé. Sin embargo, si estas adaptaciones no son equilibradas, pueden favorecer la aparición de complicaciones como la diabetes gestacional o la preeclampsia, que a su vez pueden causar daños en el organismo. Además, si no se revierten adecuadamente tras el parto, aumentan el riesgo de que, en los primeros 10 años, la mujer desarrolle hipertensión crónica, sufra un ictus o un infarto», relata esta doctora. Según ella, la mayoría de estos problemas aparecen «entre los seis y los ocho años después del parto».
Tras este hallazgo, el hospital está desarrollando, de la mano del Servei Català de la Salut (CatSalut), un circuito de seguimiento especial para estas mujeres desde la atención primaria. «Lo estamos preparando y creemos que estará listo a lo largo de este año», afirma la doctora Goya.
Magnitud del estudio
El análisis del estudio se basa en datos de 10.734 mujeres que dieron a luz en el Hospital Vall d’Hebron entre 2010 y 2015. De ellas, 8.234 no tuvieron complicaciones durante el embarazo, mientras que 2.500 sí que sufrieron alguna. Posteriormente, se les hizo un seguimiento durante un periodo de entre seis y 11 años, en función del momento del parto, para conocer la aparición de enfermedades cardiovasculares con la colaboración de atención primaria.
Los resultados mostraron que las mujeres que habían tenido algún tipo de complicación durante el embarazo tenían un riesgo más elevado de tener ictus o infartos años después del parto. En concreto, las mujeres con complicaciones tienen un riesgo 2,5 veces más alto que las mujeres sin, aunque las cifras eran bajas: 12 de las 2.500 mujeres (un 0,48%) con complicaciones tuvieron un ictus o infarto. Sin embargo, entre las 8.234 mujeres que no tuvieron complicaciones hubo 13 infartos o ictus (un 0,16%). Además, tener un parto prematuro se relaciona con un riesgo cuatro veces mayor de tener un ictus, y sufrir preeclampsia incrementa cuatro veces el riesgo de ictus o infarto.
En el caso de las mujeres que habían tenido más de una complicación durante el embarazo, el riesgo era todavía mayor que si solo habían tenido una complicación. Estas personas tenían ocho veces más riesgo de ictus o infarto que las mujeres sin complicaciones.
En TodoEmergencias.com encontrarás uniformidad, señalización, mochilas tácticas, botiquines, luces de emergencia y todo el material profesional que necesitas.
- 🇪🇸 España y 🇵🇹 Portugal: envíos rápidos en 24/48h
- ✅ Material homologado y probado por cuerpos de emergencias
- 📆 Más de 20 años de experiencia en el sector