Sevilla acogerá a partir del próximo 30 de junio la cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4), cuyo principal objetivo será adoptar un nuevo marco financiero en materia de cooperación internacional y desarrollo sostenible, para costear y acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En un nuevo contexto en el que la emergencia climática y su creciente poder destructor han hecho saltar por los aires las reglas del juego, se impone más que nunca llegar a un acuerdo capaz de dar respuesta a estos nuevos desafíos.
Multitud de desastres naturales, muchos de ellos relacionados con el clima, están aumentando en frecuencia e intensidad, y las terribles inundaciones que devastaron la provincia de Valencia a finales del pasado mes de octubre son un claro ejemplo de ello. Un episodio que también deja en evidencia la gran asignatura pendiente: la de la prevención. Más del 90% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) relacionada con desastres se destina a la respuesta de emergencia y a la recuperación, mientras que solo el 10% se destina a la prevención. Una desproporción que contrasta con la realidad reflejada por los estudios: por cada euro invertido en prevención, se pueden obtener beneficios equivalentes de hasta diez euros.
Kamal Kishore dirige la oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, y ha visitado España para cerrar los últimos flecos antes de la reunión internacional que tendrá lugar en la capital andaluza. Una cita que tendrá también ante sí la misión de demostrar que la vía del multilateralismo sigue siendo posible, y que la comunidad internacional todavía es capaz de resolver los desafíos globales de manera colectiva.
Quizá ahora más que nunca, porque, como recuerda Kishore, «todos estamos en el mismo barco, y estamos viendo eventos que antes no habíamos presenciado».
PREGUNTA: En menos de dos meses, los líderes mundiales se reunirán en Sevilla con el objetivo de adoptar un nuevo marco financiero mundial para el desarrollo sostenible, que debe dar respuestas a nuevos desafíos globales. ¿En lo relacionado con desastres naturales, cuáles son estos nuevos retos?
RESPUESTA: Sobre las necesidades de financiación, existe una gran brecha en lo que se refiere a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que alcanza la cifra de billones de euros por año. Pero el punto que quiero destacar es que, mientras la cerramos, es importante que cada dólar, cada euro que destinamos al desarrollo esté guiado por consideraciones de reducción del riesgo de desastres. Si no lo hacemos, el dinero que destinamos al desarrollo puede perderse debido al impacto de esos desastres.
Dos voluntarios trabajan en las labores de limpieza de Catarroja, durante la dana de finales de octubre en Valencia. S.A.P.
P: ¿Corren tiempos difíciles para la cooperación internacional?
R: Sin duda. Pero también es un momento en el que debemos reunirnos y poner en juego nuestra imaginación para hacer posible lo imposible. Es importante que, en un momento en el que vamos a contar con menos recursos, hagamos más en materia de prevención, porque es una buena inversión. Con menos recursos, si hay que priorizar hacia dónde deben dirigirse, tengo la firme convicción de que deberían destinarse a la prevención, ya que es ahí donde se obtiene el mayor retorno. Dependiendo del contexto, si inviertes un euro en prevención, podrías obtener beneficios equivalentes a cuatro, siete o incluso diez euros, según el país o la zona propensa a desastres de la que estemos hablando.
P: Los países más pobres se enfrentan a una cruel paradoja, ya que son los que menos contribuyen a la crisis climática y, sin embargo, son los que pagan los mayores costes derivados de ella…
R: Eso es algo muy cierto, por lo que tenemos la obligación de trabajar con esas naciones para asegurar que, por un lado, se reduzcan las emisiones a nivel global, de modo que se pueda frenar el ritmo del cambio climático. Por otro, dado que ya hay suficiente carbono en la atmósfera como para estar generando nuevos patrones de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, es realmente importante que trabajemos con esos países en su camino hacia la resiliencia.
P: ¿Estos países pobres van a verse perjudicados por la nueva carrera armamentística en la que el mundo vive sumido, y a la que los países más ricos están aportando miles de millones?
R: Creo que cualquier aspecto que repercuta en la disponibilidad de financiación internacional para el desarrollo obviamente afectará a los países que la necesitan. También es importante destacar que, cuando apoyamos a los países en su camino hacia la resiliencia, no se trata de caridad, sino que es nuestro deber.
“Cuando apoyamos a los países en su camino hacia la resiliencia, no se trata de caridad, sino que es nuestro deber.“
Al mismo tiempo, muchos de los eventos que estamos viendo en el sur global ya están llamando a la puerta del norte global. Este año hemos tenido incendios forestales masivos en varias partes del mundo. También, inundaciones urbanas, y huracanes realmente catastróficos. Así que este no es solo un problema de los países pobres. Creo que, en cierta manera, todos estamos en el mismo barco, y estamos viendo eventos que antes no habíamos presenciado. Así que realmente nos conviene trabajar juntos y asegurar que haya suficientes recursos para la cooperación internacional, porque vivimos en un mundo interconectado.
Bomberos luchan contra incendios en Los Ángeles. AP Photo/Ethan Swope
P: ¿Las inundaciones ocurridas a finales del año pasado en la provincia española de Valencia son un ejemplo de esa vulnerabilidad creciente ante los desastres climáticos?
R: A lo largo de todo el mundo hay un factor que se está confirmando, y es que hay muy poca variabilidad en la cantidad de lluvia que cae anualmente, pero donde sí que hay grandes variaciones es en el número de días en los que llueve, que ahora son menos. Eso significa que cuando llueve, lo hace con una intensidad mucho mayor. También pone de manifiesto que las ciudades tienen que tener en cuenta que lo que ha ocurrido en el pasado, los datos históricos, no son una buena referencia para el futuro, y hay que prepararse de manera diferente. Va a llover de manera más intensa en menos tiempo, y eso significa que es necesario modificar, por ejemplo, los mecanismos de planificación urbana, o los sistemas de alcantarillado y evacuación de ríos.
P: Si todo indica que la frecuencia de este tipo de desastres va a aumentar, ¿basta con reconstruir?
R: Lo importante es reconstruir, pero hacerlo mejor, para no repetir los mismos factores de riesgo, además de evitar los nuevos. La reconstrucción no se puede hacer de igual manera.
P: Más del 90% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) relacionada con desastres se enfoca en la respuesta de emergencia y la recuperación, mientras que solo el 10% se destina a la prevención. ¿A qué se debe este desequilibrio?
R: Lo desconozco, y esta es una pregunta que también me desconcierta, porque si uno analiza qué tipo de inversión ofrece el mejor retorno, claramente es la inversión en prevención. Lo único es que, cuando inviertes en prevención, los resultados no son visibles. Es decir, has evitado un desastre, y no se te reconoce por algo que no ocurrió. En cambio, cuando hay una respuesta, cuando ocurre un evento y ves a personas acudiendo, respondiendo y luego reconstruyendo, eso es más visible. Es algo que debemos corregir.
P: Relacionado con este punto, y como comentabas al principio, los estudios demuestran que por cada dólar invertido en reducción de riesgos, se puede ahorrar mucho más en costos de recuperación y reconstrucción. Aun con estos datos en la mano, ¿por qué crees que cuesta tanto invertir en este aspecto?
R: En gran parte de nuestra planificación hay una fuerte tendencia al corto plazo, lo cual nos impide pensar a largo plazo. Por ejemplo, cuando construimos una infraestructura, hacemos un análisis de costo-beneficio en el que calculamos que, si invertimos cierta cantidad en un ferrocarril o una autopista, obtendremos determinados beneficios. Pero no consideramos cuál será el costo de esa infraestructura a lo largo de su ciclo de vida de 50 años, durante el cual estará expuesta a múltiples amenazas como inundaciones, ciclones o terremotos.
“En gran parte de nuestra planificación hay una fuerte tendencia al corto plazo.“
Y si no se construye adecuadamente desde el principio, sufrirá daños y necesitará ser reparada o reconstruida, por lo que su costo a lo largo del ciclo de vida será mucho más alto. Creo que si empezamos a analizar estas cuestiones de desarrollo con una perspectiva un poco más a largo plazo, podremos hacer un argumento más sólido que resonará mejor entre los responsables de políticas públicas para fomentar la inversión.
En TodoEmergencias.com encontrarás uniformidad, señalización, mochilas tácticas, botiquines, luces de emergencia y todo el material profesional que necesitas.
- 🇪🇸 España y 🇵🇹 Portugal: envíos rápidos en 24/48h
- ✅ Material homologado y probado por cuerpos de emergencias
- 📆 Más de 20 años de experiencia en el sector