En España, el sector seguridad —público y privado— sigue siendo un ámbito laboral mayoritariamente masculino. Pese a los avances legales y sociales de las últimas décadas, la presencia de mujeres parece estancada en torno al 15% del total y disminuye cuanto mayor es el rango jerárquico. A continuación vemos los datos de participación, los obstáculos de acceso y las iniciativas para revertir la tendencia.
1) Panorama general: menos de dos de cada diez profesionales
De hecho, el porcentaje femenino en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no llega al 14%, cifra que apenas ha crecido en los últimos cinco años. Según las propias FCSE, estos son los porcentajes y cifras de las mujeres en seguridad pública:
- 18,79% de la Policía Nacional (13.247 de 76.700 agentes), según datos del Instituto de las Mujeres (IMs).
- 13% de las Fuerzas Armadas (15.099 de 116.065 efectivos).
- 10,45% de la Guardia Civil (8.200 de un total de 81.955) según datos recientes de la propia institución.
En seguridad privada, la proporción es similar. A finales de 2024 las mujeres aportaban el 15% del total de vigilantes y mandos, frente al 14,5% de 2022. De 5.100 nuevos profesionales que se incorporaron entre 2023 y 2024, solo 1.685 eran mujeres (33%). Por tanto, la recuperación del empleo tras la pandemia también ha sido desigual en términos de género.
2) El desajuste en mandos intermedios y altos
La brecha crece al ascender en la escala profesional. En la Policía Nacional, las mujeres constituyen el 19,7% de la escala básica, pero solo el 15,5% de los comisarios principales y el 13,3% de los comisarios. En la Guardia Civil, la participación femenina cae al 4,2% en el rango de tenientes coroneles, el nivel más alto al que hasta hoy ha llegado una mujer dentro del Cuerpo, según datos de junio de 2025 del Instituto de las Mujeres (IMs).
Presencia menor en el sector privado, donde las mujeres solo detentan el 7% de los puestos directivos de seguridad en grandes empresas. Y la cifra se reduce al 3-4% en compañías del IBEX 35 que prestan servicios críticos de protección de infraestructuras.
3) ¿Por qué persiste la brecha de mujeres españolas en seguridad?
- Cultura organizacional y estereotipos de género. La imagen tradicional de la seguridad como “trabajo físico y de riesgo” sigue asociada al modelo masculino. El 66% de las mujeres en el sector declara haberse enfrentado a comentarios que ponen en duda su capacidad física o su autoridad para liderar equipos mixtos.
- Procesos selectivos y promociones internas. Los informes del Instituto de las Mujeres detectan sesgos inconscientes en las pruebas de ascenso: pruebas físicas diseñadas sobre estándares masculinos, entrevistas sin protocolos de paridad y tribunales con menos del 15% de mujeres evaluadoras
- Conciliación y horarios rotativos. Turnos de 12 horas, exigencia de disponibilidad total y destinos penosos dificultan la corresponsabilidad familiar. El 47% de las empresas de seguridad privada reconoce que la falta de medidas de conciliación es la principal barrera para que las mujeres accedan a puestos de mando.
4) ¿Qué está cambiando para las mujeres en seguridad?
- Programas de liderazgo específicos. El programa Talentia 360, impulsado por el Instituto de las Mujeres y el Ministerio del Interior, ha formado ya a 172 mujeres policías y guardias civiles en competencias de liderazgo, negociación y visibilidad. Además, se han impartido talleres de sesgos inconscientes a 163 mandos masculinos para incorporar la perspectiva de género en las mesas de selección
- Cuotas y planes de igualdad. Desde 2023, la Dirección General de la Guardia Civil exige que al menos el 25% de las plazas de acceso a oficiales estén reservadas a mujeres. En seguridad privada, el Real Decreto 310/2023 obliga a las empresas de más de 100 empleados a negociar planes de igualdad con indicadores de promoción femenina.
- Redes y asociaciones. Organizaciones como el Observatorio Mujer y Seguridad ofrecen informes sobre el sector, intercambio de buenas prácticas y campañas de visibilidad. Su objetivo: duplicar el número de directoras de seguridad en cinco años, pasando del 7% actual al 15% en 2030.
5) Retos de futuro para las españolas en seguridad
Numerosas empresas españolas solo publican la media global de plantilla, lo que oculta la sobrerrepresentación femenina en áreas administrativas y la infrarrepresentación en operaciones y mando. Sería necesario desagregar estas cifras por rango y función.
En cuanto al trabajo en sí, convendría revisar los baremos físicos, adaptando las pruebas a estándares neutrales que valoren la capacidad de reacción, técnica y liderazgo, junto a la fuerza bruta. En paralelo, flexibilizar los turnos y destinos, introduciendo el banco de horas, el teletrabajo parcial y criterios de proximidad geográfica que faciliten la conciliación.
También es imprescindible promover referentes femeninos: aumentar la presencia de mujeres en foros de seguridad y en medios de comunicación especializados.
España ha avanzado en la incorporación de mujeres al sector seguridad, pero la paridad efectiva aún está lejos. Si se mantiene el ritmo actual de crecimiento (0,3 puntos porcentuales anuales), no se alcanzará el 30% de presencia femenina hasta 2045. Para acelerar el cambio se necesitan políticas activas de selección, promoción y conciliación, así como la implicación de hombres y mujeres en la transformación de una cultura profesional que, por seguridad de todos, debería basarse en el talento y no en el género.
En TodoEmergencias.com encontrarás uniformidad, señalización, mochilas tácticas, botiquines, luces de emergencia y todo el material profesional que necesitas.
- 🇪🇸 España y 🇵🇹 Portugal: envíos rápidos en 24/48h
- ✅ Material homologado y probado por cuerpos de emergencias
- 📆 Más de 20 años de experiencia en el sector